Recuerdo
una cita que dice “el
mundo se mantiene sin desintegrase gracias a que en cada generación hay 36 justos que
los sostienen y cuando fallece uno, nace otro que es lo que el Rey
Salomón dice en Eclesiastés: “Generación viene y generación va, más la
Tierra permanece”
Hace
algunos años cuando comencé en el estudio de la Kabalah (la ciencia que estudia
aquello que esta oculto en la Torah) vino a mi este pasaje y escuche muchísimas
interpretaciones, leí muchas otras de muchos sabios y rabinos, amigos
comentaban al respecto, pero todas ellas no eran mi respuesta, a pesar que
respeto la interpretación de muchos autores, analizare de forma breve dicho pasaje, desde
mi perspectiva.
Mi
respuesta y pensamiento para dicho comentario siempre se limito a imaginar a
ciertas personas muy ancianas, todas bondadosas y personas excepcionales y
brillantes, que permitían por sus buenas obras que el mundo siguiese en pie,
personas buenas, era lo único en lo que pensaba, inclusive leí una novela al
respecto, “el libro de los nombres” se llama, sin embargo la curiosidad es algo
que me caracteriza.
También
llegue a pensar que si hacíamos ciertas cosas, y guardabas ciertos
mandamientos, podrías alcanzar dicha posición, a tal punto que llegue a
convertirlo en una meta ambiciosa, quería ser justo, como si fuese algún titulo
que se otorga en las monarquías, eso pasaba por mi mente incauta.
Admiro
la sabiduría que poseen los textos judaicos, la torah, el talmud y el Zohar,
los tres pilares fundamentales de esta cultura, admiro la paradoja y el sentido
oculto que le dan a la existencia.
Y
siendo objetivos el texto nos involucra a todos, un justo es un poco malo un
poco bueno, la justicia es el equilibrio de la vida, y en realidad todos sostenemos
juntos la existencia de nuestro mundo, lo que nos muestra la importancia que
todos poseemos, ¿Qué serian los buenos sin los malos? ¿Quiénes serian las
mujeres sin los hombres? Apuesto a que ni se llamarían así, todos nos
necesitamos, todos somos importantes y damos equilibrio y el balance perfecto a
nuestro entorno. La definición cabalística sería más o menos
así: “Justo”
(tzadik) es aquel que vive de acuerdo al /tzedek/, que es la justicia, el
equilibrio, el camino ordenado por el Eterno.
Las
personas justas viven con conciencia de sus actos, dice Buda, “un necio consciente es para muchos un sabio” cada persona caminando despierto y consciente de lo que hace puede vivir en el equilibrio, en el camino recto, evitando los
extremos, ya que toda la sabiduría oculta de todas las culturas solo nos
refiere que el camino de la felicidad y de una vida plena, la cual se halla en
el centro.
Por: Yisra
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