viernes, 8 de marzo de 2013

RECUERDA

A lo largo del camino de la vida nuestro ser que intenta mantener un equilibrio constante entre la espiritualidad y nuestro mundo material, que intenta no hacer distinción alguna y hallar la paz, nos olvidamos de ciertos aspectos que son naturalmente básicos y que nos arrojaron hasta este punto en el que nos hallamos.
Hace poco leía en un libro titulado “vivan los lunes” un interesante comentario sobre la tragedia que sufren a diario los obreros de las grandes empresas al regresar aburridamente cada lunes a sus labores. El comenta: De no ser por tu aburrido trabajo no disfrutarías de los viernes de fiesta y los sábados en familia que tanto añoras de lunes a viernes, y luego menciona, no puedes vivir siempre en primavera, no la apreciarías, debe venir siempre el invierno.
De la misma forma nos encontramos disfrutando de los placeres de una vida mundana (sin motivos de discriminar), llena de lujos, comodidades, esfuerzo y diversión, y olvidamos de momento la soledad y el respeto por la espiritualidad que equilibra a tu mundo exterior.
En la Torah, (libro sagrado del pueblo judío) nos muestra como el creador insta a su pueblo a guardar un día a la semana de forma sagrada, difiero de aquellos que dicen que “shabat” puede ser todos los días, totalmente absurdo, a pesar de que el hecho etimológico ha sido discutido por muchos rabinos y dirigentes de dicha religión a los cuales no intento contradecir, es mas que notable que lo que el creador intenta establecer es un equilibrio en las vidas de aquellos que con conciencia deciden vivir una vida plena y saludable.  Si cada día fuese un día de reposo, en algún punto se convertiría en fastidio y dejaría de llamarse como tal, por tal motivo el trabajo beneficia y mantiene en equilibrio nuestro sistema de vida.
Nuestros tiempos de meditación, de soledad y de encuentro con nuestro ser eterno, debe ser proporcional a la atención que le damos a los juegos y la diversión que manejamos con nuestros semejantes a los cuales llamo (lo exterior), mi interior es solo un YO, que podría bien ser olvidado y sacrificado, o bien utilizado para mantener sana mi relación con todos afuera.
By. Yisra

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