martes, 26 de marzo de 2013
PESAJ
Entre relatos, una hermosa reunión en familia, la limpieza de la casa de toda la levadura, los panes no leudados y la alegría que caracteriza cada celebración o conmemoración de estos días en el pueblo de Israel sin duda alguna son notorios para todos.
Pesaj, para resumirlo, es la celebración que recuerda a todos los Judíos la salida de Egipto hacia su peregrinación en el desierto.
En el Libro del Zohar, Parashat “Behaalotchá”, ítem 58, está escrito:
“Dijo Rabí Shimon: ¡Ay de aquel individuo que dice que la Torá viene a contar cuentos simples y relatos trillados de Esaú, Laban, etc.! …sino que todas las palabras de la Torá tratan de cosas elevadas y secretos superiores”.
Esto nos muestra que dicha celebración, a pesar de su hermoso ritualismo, posee una enseñanza espiritual que trasciende el espacio-tiempo e involucra a todo aquel que esta en busca de un éxodo espiritual a un nuevo estado de conciencia en su vida.
“Uno podrá comprender el verdadero significado de la Leyenda de Pesaj sólo cuando experimente su propio éxodo personal de Egipto y celebre esta fiesta internamente”.
-Laitman
Se le considera “Trabajo espiritual” a los movimiento y reorganización interna que se generan a diario conciente y voluntariamente por parte de un individuo. Es por lo tanto PESAJ considerado como un cambio interno en el SER, que lo transforma de una naturaleza egoísta a una altruista. En el Relato de Pesaj, el Faraón simboliza la naturaleza egoísta del hombre y Moisés la altruista.
La Emigración a Egipto, es el lugar en el que el hombre encuentra seguridad y satisfacción materiales. Tiene posesiones, conocimiento, experiencia, estatus, etc., confiado en que esto lo satisfaría para siempre.
Cuando “se levanta en Egipto un nuevo rey”, el hombre ve que todo lo adquirido hasta entonces pertenece ahora al “Rey”, el “egoísmo”, el Faraón.
Todo lo que creyó haber adquirido se desmorona. Y así, las bellas ciudades de Pitom y Ramsés son “tragadas por la tierra”. Esto lleva al hombre a preguntarse, ¿por qué me pasa todo esto? Y ¿qué debo aprender para salir de esta situación? Entonces, se revelan dos fuerzas en el hombre:
El egipcio, que piensa sólo en sí mismo y su placer, y el israelita, que anhela unirse directamente al Creador. Cuando el hombre decide fortalecer su aspecto israelí para vencer al egipcio, pide ayuda, como está escrito en la Torá: “y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos por su servidumbre” (Éxodo 2:23).
Es decir, se dirige a la Fuerza Superior y le suplica que lo libere del dominio del
Faraón, el ego. Así, surge en el hombre la fuerza interna llamada Moisés, que “Jalará” (Moisés, de la palabra hebrea Limshot, “Jalar”) a Israel de Egipto y les ayudará a dar el salto mencionado (Lifsoaj, Pesaj).
Esta es solo la explicación que nos muestra la cabala acerca del proceso que esta celebración nos recuerda que se efectúa a diario en el interior del hombre. Del placer a la carencia, de la carencia al deseo, del deseo al clamor, del clamor al trabajo y de aquí en adelante el camino a la libertad.
Es notorio que luego de salir de Egipto no acabo todo para el pueblo de Israel, la Historia continua, lo que nos muestra que el trabajo no acaba en un Éxodo, no acaba en Pesaj. Los sabios nos enseñan a amar el trabajo ya que esto es el todo del hombre, en pocas palabras, abandona el oro, abandona la idea de un estado superior a todas las criaturas, siempre habrá algo nuevo que aprender, siempre habrá redención, ama el camino y no la meta.
¡JAG SAMEAJ PESAJ!
Por: Yisra
Extractos del libro “La vos de la cabala” de Michael Laitman.
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