Toda esta parasha expresa el
CONTEO que debemos hacer de nuestros deseos, aquellos que utilizamos de manera
que lleva al otorgamiento, que da beneficio a mi prójimo y aquellos que solo están
siendo utilizados para mi beneficio propio de forma egoísta. No para
condenarlo, ni sacrificarlo, si no para evaluar de que manera ejecuto mi Aboda
a Hashem o el trabajo diario que me fue encomendado.
Yo no acelero el proceso dentro de mí, solo recuerdo el
propósito de mi existencia, con un deseo puro por parecerme al creador. Por
Ejemplo: un Niño no acelera su proceso de crecimiento, sus etapas evolutivas se
llevan a cabo por si solas, el solo mantiene un deseo dentro de si, querer
crecer y ser como su papa. De esta manera mi conteo será correcto y podre
aprender de aquello que estoy haciendo y dejando de hacer.
Esto implica un estudio de mis actos, de mis sentimientos y
pensamientos, ej. Yo hago a diario acciones que a mi parecer son normales,
hacer un conteo representa, sentarme y preguntarme, ¿por qué hago esto? O ¿por qué
hago aquello? Y evaluarme, los psicólogos dicen, que todo lo que tenemos y como
lo manejamos es solo una extensión de nuestros sentimientos reflejados en un
mundo exterior, desde un cuarto desordenado hasta la manera en que escribo.
Los análisis nos permiten evaluarnos, y conocernos,
agradecer por aquello que tenemos, sabiendo que donde estamos, es porque así el
Creador lo ha permitido, y que todo proviene de él, nuestro trabajo está en
construir con nuestros deseos, todo el tabernáculo, el cual contiene la esencia
del creador o la presencia misma, que nos guía a cumplir correctamente la
torah, pero esto está muy dentro de nosotros, por eso hacer un recuento
representa examinar en lo profundo de nuestro ser donde está verdaderamente el
ARCA misma.
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