miércoles, 21 de agosto de 2013

LA VIDA Y SUS GOLPES


Es duro cuando escuchas “No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”, entre escucharlo y vivirlo existe un gran margen de diferencia, ya que las vidas esta llena de huecos, caídas, golpes o COÑAZOS como dicen por aquí.

El pensamiento común te lleva  a creer y sentir todo como tuyo, como una posesión que jamás te será quitada, y es cuando olvidamos que nacemos sin nada mas que nuestro cuerpo y esencia misma, todo, incluso nuestros padres están fuera de nosotros, no nos pertenecen, así que es entupido pensar que algo o alguien es de tu propiedad. Puede que no lo pensemos, pero de momentos actuamos como tales exigiendo y presionando hasta tal punto que como un jabón mojado termina saliéndosenos de las manos.

La vida y todo lo que ella ofrece es como una hermosa flor, delicada, hermosa, diferente y frágil, una vez que la arrancas del tallo notaras como poco a poco empieza a morir, y todo por el simple placer de querer tenerla en tus manos, y aunque la guardes, solo tendrás una flor muerta, marchita, sin algún destello de vida como antes. Y es bizarro pensar que puedes tener placer alguno viendo esta flor muerta, ¿Quién quiere tener flores muertas en sus jarras? Pero… vivimos con flores marchitas, arrancamos sus pétalos y los pisoteamos solo por que nos gusta su olor y su forma, y olvidamos aquello que le da la vida y la hace especial.

Analizando situaciones, y este extraño pero muy común fenómeno de las personas en querer cambiar a otros, querer que otros sean mas como nosotros y todo este rollo, si lo pensamos bien nos estaremos dando cuenta que a cada persona que cambiamos simplemente le estamos quitando los ingredientes que la convierten en lo que es. Así que ¿por que querría alguien aferrarse a algo de forma tan obsesiva?, especulo que es por que siempre se ha sentido solo(a), pero resulta que estas cosas jamás, jamás, llenaran el vació.

En conclusión, la vida tiene sus dificultades, y a veces debes perder las cosas, aprender, para luego volverlas a encontrar y valorarlas. La vida no es permanente, por ende todos nosotros tendemos a perecer.


By. Yisra 

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