jueves, 8 de agosto de 2013

NOTAS EN EL CAMINO


Los muchos años dentro de la religión me enseñaron algo importante, que se olvida por sencillo y poco predicado dentro de los estándares de vidas comunes o “MUNDANOS” como solía decirles.

“Un poco de orden y un poco de desorden” dicen los proverbios ZEN, la estructura de nuestro ser, vista desde afuera parece un montón de órganos y partículas agrupadas y mezcladas de manera disparatada, en algunas personas mas que en otras, pero si te acercas y estudias la anatomía podrás observar la excelencia y perfección que existe en cada uno de nosotros. Todo es como un mecanismo que depende el uno del otro, trabajando y obrando perfectamente en disposición de todos por igual, no trabajan por un fin en específico, no trabajan por satisfacer a la mente o al corazón, todos trabajan en función del placer y el deseo del CUERPO, que representaría un TODO. 

Llevar una vida ordenada cuesta aveces, cuando te encuentras con hechos sumamente placenteros, quieres abocarte a ellos de forma total y rindes todo tu tiempo y esfuerzo ciegamente, para luego darte cuenta que dejaste de lado infinidad de cosas que ameritaban solo un poco de eso que diste sin medida a una parte de tu vida.

Parte del equilibrio en la vida se basa en como manejamos todas las facetas que desempeñamos, ser hijos, ser padres, ser amigos, ser trabajador, ser estudiante etc. El buen funcionamiento del mismo dependerá de ello. Las tendencias dependientes obsesivas son causas del desequilibrio interno, no soy un maestro en el tema, solo quiero abordar de manera rápida y en perspectiva como esto puede llegar a causar un amargo sabor y vació. Y es que solo puedes entenderlo cuando lo vives, jamás le creas a alguien que no halla pasado por la situación que te aconseja, es mentiroso ya que jamás podrá entenderlo, somos experiencias y las mismas definen nuestro destino, definen nuestras decisiones y convicciones.

Que la vida te lleve a  experimentar hechos que te permitan elegir y reafirmar tus principios, es un regalo más que una tragedia, hallas el verdadero equilibrio cuando pones en balanza todos tus actos y rindes fielmente  con amor y  sabiduría tú tiempo a estos.

“Un instrumento suena bien cuando sus cuerdas están en la tensión correcta, si la sueltas mucho no sonara y si la tensas demasiado se romperá, así que la espiritualidad y el verdadero equilibrio se hallan en el medio, en la medida justa de nuestras acciones”


Donde otros se caen yo me levanto, donde unos encuentras puertas cerradas yo veo oportunidades.


By. Yisra 

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